Actividad 3 : La furia de Neptuno

En el 800 antes de Cristo, los hombres empezaron a conquistar el mar con los peligros que ello conllevaba en un mundo habitado por humanos y reinado por dioses.

Esta historia ocurrió en el océano índico, un océano que parece tranquilo hasta que enfadas a los dioses.

La gente de un pequeño pueblo pesquero no podía ser capaz de entender lo que iba a pasar por creerse más fuerte que los dioses. Este pueblo tenía una larga tradición de rendir culto a Neptuno, el dios de los océanos, pero el hijo de un venerable hombre de la aldea, era el mejor pescador que había en la isla y posiblemente en todo el mundo. Iba todos los días a pescar uno detrás de otro y todos los días traía consigo buenos peces con los que alimentar a su pueblo, pero el chico estaba arto de de tener que dar a Neptuno como ofrenda las mejores capturas.

Un día, el chico estuvo a punto de morir por un pez enorme que casi le hunde el barco pero tras un lucha a vida o muerte el chico sale vencedor gracias a su pericia sobre la embarcación, aunque ya había capturado peces enormes otras veces, esta vez era diferente. Él quería ese pez, no quería entregárselo como ofrenda a Neptuno. Cuando llegó a tierra contó su hazaña y presumió de ella, pero el padre muy prudente le dice:

-“Entrega ese pez que tanto te ha costado capturar en ofrenda para Neptuno”- y el hijo con mucha rabia en sus palabras le contesta  a su padre: - “Yo no tengo que rendir culto a ningún dios, soy  el mejor pescador que hay y no tengo que servir a nadie”-

 A todo esto el padre del chico viendo que no había nada que hacer dice en voz alta:

-“Gente de mi pueblo, yo os digo y soy el padre del mejor pescador que hay y habrá, que mi hijo nos ha buscado la muerte a todos.”

El hijo viendo la debilidad de su padre se echa a reír y tienta a Neptuno diciendo:

-Oh gran dios tu que tanto nos das y tanto nos quitas te he ganado en el mar con esa bestia ¿Y ahora qué?, tantos años dándote las mejores capturas y ahora que no te  doy  la más grande que he capturado ¿qué pasa?, no pasa nada.

Y se echa a reír y con él la gente del pueblo. Cando parece que todo va a salir bien, el cielo se nubla, hay un estallido en el cielo y la gente ya lo sabe, ha desatado la ira de su dios.

Del cielo sale un ser enorme, con un tridente entre las manos y enorme barba blanca y dice:

-Soy Neptuno el dios al que tantos años le habéis rendido culto y yo os he favorecido con buenas cosechas y buen tiempo y ahora me desafiáis, habéis hecho lo único que no teníais que hacer.

Desapareció. Sonó un estruendo y la tierra tembló,  el mar se abrió y de él salió una enorme ola que arrasó con todo lo que había a su paso y matando a todo aquel que se había reído de él, el único superviviente era el padre del chico que fue por todas las aldeas contando que nunca tienen que desafiar a los dioses.

Desde el punto de vista mitológico:

Esta historia cuenta hechos de seres sobrenaturales como los dioses  y en esta historia en concreta habla del Dios Neptuno. Esta historia se considera verdadera  y sagrada ya que  se basan en las creencias religiosas. Además se trata de un conocimiento que se vive  ritualmente y eso sirve de justificación de los hechos.

Desde el punto de vista racional.

Hace tantos miles de años, la tierra estaba habitada por gente que tenía unas creencias paganas, es decir se aferraban a algo o en este caso a un dios para poder explicar su existencia y por eso los alababan con ofrenda y sacrificios. Además,  la tierra aun que no se vea, está en movimiento y los tsunamis,  son las consecuencia de los terremotos marinos que normal mente el tsunami va después de que las ondas expansivas del terremoto llegue a la placa continental, es decir, a la costa,  y esto es lo que pasó en este pueblo, primero fue  el temblor de suelo, el terremoto, y después llegó  la ola gigante, el tsunami.